El inicio
Sobre el único punto que se puede hacer relativo a los OVNIs sin el riesgo de comenzar una desagradable controversia es que son supremamente controvertidos. Cualquier discusión sobre su naturaleza, su origen, su significado y, en el fondo, su propia existencia, ha llevado a argumentos a largo plazo que aún tienen que alcanzar alguna conclusión generalmente acordada.
En la cuestión fundamental sobre su existencia real y su naturaleza novedosa, las razones empleadas por el lado negativista se centran en la falta de pruebas aceptables científicamente de la presencia de un sólo OVNI. El testimonio de expertos, fotografías y registros de radar son descartados como insuficientemente científicos. Y puesto que los OVNIs son a menudo comparados con naves extraterrestres, el lado negativista apunta a la supuesta imposibilidad de, o falta de motivación, para viajar distancias astronómicas por propósitos indeterminados.
Aquellos del lado positivista apuntan a las mismas evidencias y sugieren que material comparable y testigos igualmente cualificados son aceptados por los sistemas legales de la mayoría de los países. Y sobre la posibilidad de que los OVNIs sean naves espaciales extraterrestres (un paso que no está justificado necesariamente), los activistas pro-OVNI dicen que cualquier discusión sobre la posibilidad de viajar desde otros posibles mundos depende de los conocimientos disponibles sobre la tecnología de esos OVNIs, su esperanza de vida media y sus motivaciones (o la falta de las mismas) para viajar distancias extremas.
La Evidencia
Las evidencias de un avistamiento OVNI pueden ser anecdóticas (la descripción de una experiencia personal) y/o registradas (fotográficamente, por radar, físicamente). La confiabilidad de cualquier anécdota depende de la cantidad y precisión de los datos, y del carácter personal y el trasfondo técnico del testigo/s. La utilidad de datos confiables depende de su naturaleza: ¿Apunta a una explicación convencional o hacia algo no convencional?
Si cada informe OVNI pudiera ser convincentemente acreditado como algún fenómeno astronómico o atmosférico, no habría ningún misterio OVNI. Es precisamente porque tantos informes OVNI no pueden ser atribuidos lógicamente a estrellas, planetas, satélites, aeroplanos, globos, etc., por lo que el misterio OVNI ha existido al menos desde mediados de los años 40.Los informes OVNI más convincentes fueron producidos en los años 40, 50 y 60 por pilotos comerciales, pilotos militares y ex pilotos militares. Esos hombres tenían el entrenamiento y la experiencia para ser capaces de distinguir entre vistas normales del cielo y vistas muy anormales. Ellos sabían cómo eran los aviones, y cómo eran lo meteoritos, habiéndolos visto muchas veces. Sus observaciones visuales eran frecuentemente apoyadas por datos de radar que mostraban esencialmente lo mismo. Fueron por lo tanto capaces, en muchas ocasiones, de eliminar metódicamente fenómenos convencionales tras una consideración cuando trataron de identificar los OVNIS.
En esas mismas décadas, la mayoría de los avistamientos OVNI fueron hechos durante el día y frecuentemente a corta distancia, cuando las formas y las características superficiales podían distinguirse, haciendo por lo tanto identificaciones positivas de avistamientos normales más fáciles y las descripciones de los avistamientos inusuales más detalladas. Cuando habían sido eliminadas todas las explicaciones normales, el testigo podía concentrarse en esos aspectos de la experiencia que eran más anormales.
Esos aspectos anormales incluyen las formas de los OVNIs y sus comportamientos. La mayoría de los OVNIs vistos a plena luz del día parecían tener figuras geométricas simples - discos, óvalos, esferas, cilindros - y superficies que parecían de metal. Dichas formas no son sólo inexistentes entre los aviones conocidos, sino contrarias a todas las teorías de vuelo, en la mayoría de los casos ofreciendo desventajas de control y prestaciones en lugar de ventajas.
Incluso más inusuales fueron las especificaciones de sus prestaciones en vuelo: suspensiones silenciosas, vuelos de alta velocidad silenciosos, aceleraciones extremas, vuelos supersónicos a baja altitud sin explosiones sónicas, y violentas maniobras de muchas g. Las acciones de muchos OVNIs han sugerido que vuelan independientemente del aire e incluso de la fuerza de gravedad. La realización de dichas maniobras ha estado entre los grandes objetivos de la industria aeroespacial mundial durante décadas.
En base a sus apariciones, comportamiento y frecuentes formaciones de vuelo bien organizadas, debemos enfrentarnos a la posibilidad de que algunos OVNIs puedan ser vehículos fabricados de alta tecnología. Si éste es el caso, deben ser o nuestros (norteamericanos) o de algún otro. Cualquier "OVNI" que fuese nuestro debería ser bien conocido para el ejército norteamericano, que habría estado impaciente por etiquetarlo y eliminarlo de la embarazosa categoría de "no identificado."
Aviones Secretos Norteamericanos
Mientras que siempre hay algunos aviones militares que son guardados en secreto por razones completamente entendibles, el estado clasificado de sus apariciones, al menos, cambia generalmente tan pronto como se hacen operativos o son declarados fracasos y por tanto obsoletos. Es posible que aviones norteamericanos actuales puedan mostrar una o más características atribuidas generalmente a los OVNIs, pero aquellos listados como secretos en los años 40, 50 y 60 pueden ser razonablemente asumidos cono familiares para los expertos en aviación, incluso para cualquier persona del público en general. O han sido llevados a producción o han sido enviados a los desguaces o a los museos.
Si reconocemos la extremadamente poco probable posibilidad de que armas militares norteamericanas extremadamente avanzadas hayan sido mantenidas en secreto durante 3 o más décadas - algo que no es sabido que haya ocurrido en ningún momento de la historia - debemos enfrentarnos a implicaciones muy serias. Hemos podido gastar cientos de miles de millones de dólares en aviones conocidos y altamente inferiores para un encubrimiento de tales actividades profundamente clasificadas. Esos aviones inferiores han debido ser utilizados y continúan siendo utilizados mientras aviones muy superiores han sido guardados en secreto en lugar de ser empleados para prevenir o ganar guerras que han costado la vida de muchos y arriesgado la de muchos más.
Dichas acciones no tendrían precedente y serían indefendibles. Si un país posee aviones superiores, no equipa varias generaciones de su fuerza aérea con equipamiento de segundo nivel. No envía a esos aviones inferiores a combate cuando tiene cantidades de aviones superiores que darían una posibilidad mayor de ganar batallas rápidamente y con más certeza. Por tanto parece extremadamente improbable que la mayoría de los OVNIs no identificados vistos hace 30 o más años pudieran ser aviones militares norteamericanos. Deben de ser, por lo tanto, extranjeros.
Aviones secretos de Naciones Extranjeras Amigas
La presencia en los cielos norteamericanos de aviones de países amigos como Canadá, Gran Bretaña, Francia e Israel sería conocida por las autoridades del ejército norteamericano y seguramente también por el sistema de control civil del tráfico aéreo. Si ha habido un considerable número de aviones superiores extranjeros volando sobre los Estados Unidos desde la Segunda Guerra Mundial, deben haberlo hecho por buenas razones, pero conocidas por el ejército norteamericano. Pero esos países también han experimentado un gran número de informes OVNI, y por lo tanto están en la misma situación incómoda que los Estados Unidos.
Si, por algún casual, una o más naciones amigas han creado esos aviones tan superiores, el ejército norteamericano habría, casi con toda seguridad, comprado alguno o lo habría producido bajo licencia, como se ha hecho con el caza bombardero English Electric Canberra o el caza Harrier VTOL. Y al igual que los norteamericanos, no habrían sido mantenidos en secreto durante décadas, y no se habrían mantenido en la reserva cuando hubiesen sido necesarios para la defensa o el combate.
Aviones secretos de Naciones Extranjeras Enemigas
La posibilidad de que aviones tan avanzados de naciones menos que amigas hayan sobrevolado durante décadas los Estados Unidos sin permiso o notificación es incluso menor que la posibilidad de que lo hubiesen hecho naciones amigas. En este caso, habría un gran riesgo adicional de guerra en caso de su descubrimiento o identificación, y el riesgo de la pérdida de una preciosa y avanzada tecnología en caso de accidente o aterrizaje forzoso.
(la URSS)
La única nación enemiga que podría haber desarrollado y después producido un avión algo más avanzado habría sido la URSS. Otras naciones enemigas, como China, Libia, Irán, Irak o Cuba habrían tenido aún menos posibilidades de hacer algo parecido. Cualquiera de esas naciones - u otras naciones - habrían podido, desde luego, hacer uso repetidamente de tales armas superiores con fines políticos y económicos que no habría sido posible con armamento convencional.
Así que si la teoría de aviones propios o extranjeros no puede explicar el gran número de OVNIs, casi con toda seguridad fabricados, vistos durante más de medio siglo en casi cualquier parte del mundo, ¿es posible que esos OVNIs pudieran no ser ni propios ni lo que normalmente se considera extranjeros?
OVNIs Alienígenas
A primera vista, la idea de que algunos OVNIs puedan ser vehículos de fuera de la Tierra parece completamente absurda, el resultado de un optimismo infundado a ultranza por mentes muy poco científicas. Si las naves alienígenas alcanzaran alguna vez nuestro planeta, ¿no serían detectadas e identificadas por primera vez por científicos, en lugar de por observadores casuales? Su naturaleza y origen deben ser determinados por individuos apropiadamente entrenados, y la noticia revelada por periodistas de primer nivel, no por expertos auto proclamados sin una preparación formal para una asignación tan trascendental.
Tan improbable como pueda parecer la presencia de naves no terrestres en las vecindades de la Tierra, la posibilidad de tal presencia parece incrementarse por momentos, gracias a desarrollos en la bien aceptada ciencia de la astrobiología. La astrobiología es la búsqueda de evidencias de seres vivos en el espacio exterior: complejas moléculas pre-bióticas, grandes cantidades de agua, meteoritos con fósiles y planetas similares a la Tierra orbitando estrellas distantes.
Cuando los informes de naves con diseños radicales y maniobras espectaculares son vistos a la luz de la corriente de los descubrimientos de la astrobiología, la posibilidad de que algunos OVNIs sean alienígenas no parece algo tan absolutamente descabellado. Astrónomos serios y científicos de otras disciplinas estiman que podría haber miles de millones de planetas en el universo, y millones que podrían albergar vida. Si sólo unos pocos de esos planetas fueran ocupados por civilizaciones tecnológicas, su habilidad (si no su deseo) para explorar otros mundos, como el nuestro, debe ser una posibilidad.
El posible descubrimiento de, o el contacto con, una o más civilizaciones alienígenas está asumido. Ahora se está considerando seriamente la búsqueda en el espacio cercano de sondas no tripuladas enviadas por civilizaciones alienígenas, puesto que nosotros hemos estado enviando sondas a planetas de nuestro sistema solar durante muchos años. La similitud entre esas sondas y los OVNIs es difícil de ignorar.
Sumario
Han sido hechos cientos de miles de informes OVNI por personas de todo tipo de vida, en todas partes del mundo. Decenas de miles de informes OVNI han sido enviados a agencias gubernamentales y privadas en los últimos 55 años. Miles de esos informes han superado un cuidadoso escrutinio y parecen representar objetos reales de una naturaleza novedosa.
Los patrones de aparición y comportamiento de esos OVNIs sugieren un rango limitado de tamaños y formas de naves no identificadas, a pesar de los a menudo desesperados esfuerzos por parte del gobierno estadounidense y de otros gobiernos para convertirlos en nada más substancial que errores cometidos por individuos paletos. Sus prestaciones, observadas repetidamente por testigos expertos, siguen estando tan fuera de la escala hoy como en los años 40.
Si tan sólo uno de esos OVNIs resultase ser una nave alienígena, el impacto en todos los aspectos de nuestra cultura - económicos, políticos, personales - estaría limitado sólo por lo que se haya aprendido a partir de un estudio abierto, serio y objetivo del asunto.